Dando Voz: Un servicio que empodera a la comunidad latina

09.21.23

Category: Crisis Response, Dando Voz, Legal Advocacy, Therapy

Type: Blog

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Quienes han sufrido un acto de violencia sexual y quieren contarlo, denunciarlo o pedir ayuda necesitan poder comunicar los detalles de ese evento traumático, algo que puede resultar agobiante y angustiante para muchos. Los datos disponibles en el nivel nacional muestran que un 75% de los incidentes de violencia sexual nunca son reportados.

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Los factores que aumentan la probabilidad de ser víctima de violencia sexual son los mismos que disminuyen la probabilidad de denunciarlo. Esto es algo que saben bien y de lo que se aprovechan quienes intencionalmente causan daño a otros.

A pesar de que no existe información precisa sobre las denuncias por parte de quienes se identifican como negros, indígenas, o personas de color, los datos disponibles sugieren que aquellos que se identifican como latinx, latinos o hispanos/as tienden a denunciar incidentes de violencia sexual con menos frecuencia que la población en general.

Lo que sí sabemos es que los sobrevivientes y las familias que hablan español como primer idioma o que migraron hacia el Condado de King desde otros países deben enfrentar obstáculos específicos a la hora de buscar ayuda para recuperarse y para que se haga justicia.

Parte de estos obstáculos surgen de la necesidad de hacerse entender, no solamente en cuanto al idioma, sino también en los aspectos culturales. “El sistema legal requiere que los hechos sean narrados con precisión. Es un sistema que no está preparado para adaptarse a las necesidades de las víctimas y tiende a penalizar a quienes no pueden recordar con exactitud y en forma lineal los detalles de la agresión sufrida, algo que es normal después de un evento traumático,” señala Claudia Godina, supervisora de intercesores legales de KCSARC.

A eso se suma la dificultad de narrar lo que ocurrió, con precisión, a través de un intérprete y en medio del tumulto emocional del trauma.

Este es solamente uno de los potenciales obstáculos que aumentan la vulnerabilidad de los sobrevivientes latinxs y la falta de respuesta por parte de las instituciones. Un obstáculo adicional es el temor que generan ciertas instituciones, como las entidades de gobierno, la policía, el servicio de protección de menores (CPS) y los hospitales. Este temor está aún más presente para quienes son indocumentados. Antes de tomar cualquier decisión, las víctimas y sus familias deben tener en cuenta que si denuncian lo que les ocurrió, la investigación y las interacciones con las autoridades pueden generar una serie de consecuencias perjudiciales, desde la deportación o la pérdida del empleo y la fuente de ingresos, hasta el temor a que los niños sean separados de sus padres. El racismo institucional y los sistemas de opresión que atraviesan las instituciones de poder siempre han causado daño a lo largo de la historia.

En muchas comunidades latinas persisten aún estigmas y prejuicios sobre la salud mental que hacen que muchos sobrevivientes no consideren siquiera la posibilidad de recibir tratamiento psicológico. Aún hay muchos que piensan que la psicopatología es un defecto o una falla moral, y que la ayuda psicológica es solamente para los débiles de carácter. Estas ideas generan un sentimiento de vergüenza que hace que muchas víctimas latinxs no soliciten los servicios que podrían ayudarles a recuperarse de los efectos de la agresión sexual.

En ciertos sectores de la comunidad latina están también muy arraigados los estereotipos de género y ciertos conceptos muy rígidos de masculinidad y femineidad, incluyendo ideales de virginidad y pureza. Estas ideas también contribuyen a perpetuar el silencio de los sobrevivientes en algunas culturas latinas.

KCSARC se enfoca en tratar de comprender estas necesidades particulares de los sobrevivientes latinxs para poder responder y servir a la comunidad de la manera más adecuada.

“Es importante identificar y respetar las necesidades y los valores de los sobrevivientes,” reflexiona Agustina Eiff, directora de Servicios Clínicos de KCSARC. “Por ejemplo, para quien creció en una cultura que prioriza las necesidades de la familia por sobre las del individuo, es lógico pensar que, si denuncia la agresión sexual, va a causarle problemas a toda la familia, y que por eso prefiera no hacerlo. Las víctimas tienen que poder confiar que quienes están tratando de ayudar realmente comprenden la situación en la que se encuentran.”

Como resultado de la colaboración con otras organizaciones comunitarias, como El Centro de la Raza, un mayor número de miembros de la comunidad latina ha llamado a KCSARC para solicitar nuestros servicios. Muchos clientes también llaman después de que un amigo o familiar les cuenta que recibieron ayuda en KCSARC. “Estas colaboraciones y la promoción de boca en boca son una muestra de que la comunidad latina confía en KCSARC,” agrega Agustina.

En 2007, KCSARC creó Dando Voz, un equipo que agrupa a 19 miembros del personal de la agencia, todos ellos bilingües y biculturales. Este equipo, que es uno de los que más ha crecido dentro de KCSARC, incluye terapeutas en salud mental, acompañantes legales y especialistas en atención al cliente.  Además de los servicios de apoyo, información y terapia, los sobrevivientes y las familias que necesitan representación legal pueden obtenerla a través de Abriendo Puertas, una colaboración con abogados locales.

Obtenga más información sobre Dando Voz y nuestros servicios aquí

 

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